Hágase la luz
Kālā
Una rosa no es todas las rosas
Cayetano Limorte Menchón
Hágase la luz
Kālā
Una rosa no es todas las rosas
Cayetano Limorte Menchón
Hágase la luz
Kālā
Una rosa no es todas las rosas
Cayetano Limorte Menchón
Hágase la luz
Kālā
Una rosa no es todas las rosas
Cayetano Limorte Menchón
behind the eyes seeing
2019
Behind the eyes seeing, 2019
Impresión plóter sobre papel Hahnemühle Photo Rag Ultra Smooth 305 g
100 x 70 cm
Behind the eyes seeing, 2019
Video-loop
Bucle
Exposición
Bien pudiera tratarse de aquel hombre que andaba en el color en busca de espacios vaciados “para reproducir –dijo Georges Didi-Huberman– lugares sin nombres, sin símbolos, sin palabras que ordenen, sin ley, sin otra función que la visual. Lugares que no deberían invocar otra cosa que la ausencia donde no sitúa todo deseo de ver. […] Penetra en primer lugar en un ámbito de bruma, algo así como un extraño vapor seco, que cambia con el tiempo y que, en pocos minutos, casi habrá olvidado. […] Mientras que, delante de él, aparece exactamente lo contario: un rectángulo escarlata (pero sordamente escarlata), un rectángulo incandescente (pero fijado en su incandescencia) con una increible nitidez de contorno. Un rectángulo absolutamente frontal, un color masivo, sin sombras, sin matices, y que anula toda esperanza de que el ojo distinga una superposición de planos o una variación de textura”. Se trata de una oquedad en el propio espacio, “un lugar vaciado de todo, un lugar saturado de color atmosférico”.
También cabe pensar en la oscuridad y la luz, la inmaterialidad vertiginosa, las profundidades ilimitadas de Marsyas con la que Anish Kapoor penetra la piel y revela un interior inagotable. Pero en verdad, no es nada de eso. Se trata de luz, de un fulgor que danza mientras acaricia un cuerpo, tu cuerpo, su cuerpo, nuestro cuerpo. Fuego. Luz que atraviesa, que se escapa, se escurre, entre las carnes. Ciertamente se trata de un cuerpo que anda en el color-luz. Un haz que en su precurso hacia la lente se ve entretenido por un corpus, modificado, teñido del mismo rojo de las carnes de Marsyas.
Este tipo de ver imita al de los ojos cerrados, permitiendo una especie de visión a la que James Turrell se refiere como behind the eyes seeing. En sus Dark Spaces el estímulo lumínico se ha reducido al mínimo, como en Pleiades o Blind Sligth, donde se proyectaba a muy baja potencia una luz de tungsteno. La mirada se reinventa a través de “un tiempo necesario para que se diluya nuestro espacio visible familiar, un tiempo –señala Georges Didi-Huerbeman– para depositar la silenciosa compacidad y la potencia del lugar visual”. “Nunca no hay luz... –afirma James Turell– incluso cuando toda la luz se ha ido puedes seguir sintiéndola”.
Vou mas fico, comisarias Catarina Santos, Madalena Pequito y Maria Matias, Bienal da Fábrica, Lisboa, 2019